La verdadera y singular historia de la princesa y el dragón

¿Por qué un dragón?

Después de acompañar a Lorca durante tanto tiempo, no resultaba fácil encontrar un nuevo proyecto. Empezamos a trabajar con un texto en verso -cuyo horizonte se vislumbra todavía lejano- mientras seguíamos viajando con Heridas y todo lo que está función nos regala cuando, por azares de la vida, nos preguntan si tenemos en repertorio teatro infantil. Teatro infantil… ¿nosotros? ¿los de Heridas? ¡Por supuesto que no tenemos teatro infantil! ¡Ni pensamiento siquiera!, pero improvisando como buenos cómicos iniciamos la tarea nada fácil de encontrar una pieza teatral de la que enamorarnos.

Tenía que pasar y pasó. Por esas cosas misteriosas que tiene la vida llegó a nuestras manos “La verdadera y singular historia de la Princesa y el Dragón” y caímos rendidos ante esta delicia llena de humor, de amor, de versos, de colores y de flores.

Una historia fantástica creada por José Luis Alonso de Santos hace más de 40 años para su hija Vega que por aquel entonces tenía 4 años. Quizá fueron los ojos fascinados de una niña tras asistir a su primera función, la razón por la cual nació ese Dragón de corazón tan puro.

En nuestra versión hemos querido materializar la música y las canciones que se sugerían de la lectura del texto. Para ello, hemos tenido la enorme fortuna de contar con el trabajo creador de Álex Angelini, que se “arremangó” sin dudarlo y creo la maravilla musical que vamos a llevar a escena.

Esta obra y nuestra propuesta son algo más que teatro infantil, son pura fantasía, ingenio del bueno y un soplo de aire fresco para disfrutar en familia, El propio Alonso de Santos contaba “he visto reírse a los niños -de 1 a 91años-” y nosotros estamos dispuestos a comprobarlo.

Señoras y señores, niños y niñas, ocupen sus butacas. La función está a punto de comenzar.

El autor y el humor

Embarcarnos con una obra de José Luis Alonso de Santos no fue objeto de debate en el seno de Youkali Escena.

Dramaturgo, director escénico, guionista, profesor de interpretación… ¡incluso actor!  Su generosa pluma ha tenido siempre la capacidad de tocar el corazón del público con enorme éxito. Quizá tenga mucho que ver en ese “entente,” además de su indiscutible calidad literaria, esa sencillez tan suya y su enorme sentido del humor. El propio Alonso de Santos explicaba esta característica en una nota previa a la edición de “Un hombre de suerte” (Ciudad Real, Ñaque, 2004):

El sentido del humor es una de las pocas medicinas que tenemos para defendernos en este laberinto (de nuestras vidas). Uso ese lenguaje para poder dar contrastes al mezclarse con l a dimensión trágica y existencial de la obra. La risa nos permite alejarnos de nosotros mismos, y vernos representar desde fuera, con tanto esfuerzo y seriedad, nuestro absurdo y tonto papel. El género cómico trata siempre de dejar a nuestros fantasmas en una dimensión humana más cercana a nuestras posibilidades. Es una forma de saltarnos los límites, y una respuesta lúcida que nos permite crear un puente entre realidades y deseos”

Dicen quienes le conocen que sonríe a menudo y esa carta de presentación provoca proximidad y simpatía en quienes le tratan. Toda una declaración de principios encerrada en un gesto que se percibe en sus textos y en el trato. Compartir una anécdota que viene a confirmar ese talante. Cuando decidimos montar “La verdadera…” lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con el autor por email para contarle nuestro proyecto y pedir su autorización. La enorme sorpresa fue que no solo nos dio su visto bueno, sino que nos facilitó su teléfono personal y su colaboración en lo que pudiéramos necesitar. ¡¡Alonso de Santos en carne mortal!!  ¿Es o no una actitud excepcional?

Youkali Escena navegará seguro en más de una ocasión por la obra de este autor cuyo teatro merece tanto la pena conocer. Acompáñenos en esta travesía.

Sinopsis

“En un país oriental de leyenda y pacotilla…” Así comienza a ser contada esta historia de imposible amor. El Dragón Regaliz enamorado de la bella Princesa Peladilla decide raptarla y huir con ella a su dragonesca guarida.

A petición de la reina Doña Gosvinda -monarca de rico paladar y mucho mando- acude el Caballero Pelón de Ardilla dispuesto a liberar a la Princesa de manos de la terrible fiera y desposarse con ella como está mandado. Pero en ese cuento van a pasar cosas inesperadas porque el amor no entiende de diferencias ni zarandajas.

Además del Trovador que nos cuenta la historia, participan otros personajes en esta aventura envuelta en magia, música y canciones: el fuerte Soldadote que protege a la reina; la Tonta de Capirote que es más lista que la mar; el Hada más despistada de toda la historia de los cuentos; y los cantarines campesinos de este reino singular. No se puede contar más, hay que venir a verlo.

Y colorín, colorado, esta sinopsis se ha terminado.

Dirección Musical

Alejandro Angelini Malatesta. Compositor y Director Musical

Es licenciado en Dirección de Orquesta por el Associated Board of the Royal Schools of Music (ABRSM) y trombonista por la Guildhall School of Music and Drama. Estudió en la E.M.M. ¨Joaquín Rodrigo¨ con los maestros Juan Antonio Soñés, Javier Alejano, Angel Rada y Andrés Gomis. Se especializó en la dirección con el Maestro Navarro Lara, también ha estudiado con los maestros Juan Esteban (Fundación Mozart) y Pilar Alvira (U. Complutense). Desde muy joven pudo iniciarse en la dirección coral gracias a la organista y directora Lucía Petty de Grant. Ha sido trombonista en numerosas orquestas, bandas y agrupaciones de la Comunidad de Madrid, entre ellas: Orquesta de la Catedral de Madrid, Orq. U. Complutense, Orq. Joven Europea de Madrid, Orq. ChamberArt, Orq. Iuventas, Banda Municipal de las Rozas, Bda. Municipal de Majadahonda, Bda. Municipal de Alpedrete, ProArte Big Band, The Joy Big Band, The Killer Whales Band, STP, etc. Ha dirigido coros, bandas, orquestas y otras agrupaciones e interpretado todo tipo de estilos: clásica, pop, rock, jazz, musicales, litúrgica, espiritual, etc. Su aventura como compositor y director de musicales comenzó en el año 2016 por encargo de la compañía ACTU Teatro y J.L. Aguilella para el estreno de ¨Robin Hood o Roberto de los Bosques”, una versión libre de la obra cuya música fue muy bien recibida por el público. En 2017 y a petición de la misma compañía de teatro inclusivo compone y dirige ¨Ivanhoe: La disparatada aventura musical¨, una producción muy aplaudida en su recorrido por varios teatros de Madrid.

Ficha técnica

Dirección: Antonio Díaz Narváez

Autor: José Luis Alonso de Santos

Composición y Dirección musical: Álex Angelini

Coreografía: Noa Talaván y Youkali Escena

Escenografía: Antonio Díaz Narváez

Producción: Laura Calvo

Técnico de Sonido: Álex Angelini y Jesús San Martín

Diseño Iluminación: Pablo López y Youkali Escena

Técnico de Iluminación: Pablo López

Diseño de Vestuario: Antonio Díaz Narváez

Sastrería y confección vestuario: Ana López y Glenda Hughes

Atrezzo: Youkali Escena

Creación Marionetas: Mariola Salido

Creatividad gráfica: Elena Redondo, Clara Blázquez y Antonio Díaz Narváez

Trovadora

Contadora de cuentos

Princesa Peladilla

FeliZZZ

Dragón Regaliz

Puro fuego

Reina Gosvinda

Su Real Majestad

Soldadote

El brazo fuerte de la ley

Pelón de Ardilla

Valiente y fiero el pequeño caballero

Capirote

Es toda flow

Hada

Especialista en Alehop

Cura

El hermano prior

Reparto

Peladilla (Princesita soñadora de nariz bastardilla): Laura Calvo

Regaliz (Dragón de larga cola que duerme en perejil): Antonio Díaz Narváez.

Reina Gosvinda (con servilleta puesta hace guardar la ley): Pepa Aller / Paloma De Lara.

Hada (madrina singular  de varita encantada…un poco despistada): Cristina Sanz.

Pelón de Ardilla (valiente y fiero el pequeño caballero): Pablo Remiseiro.

Soldadote (con escudo, con lanza y con bigote): Javier Valverde.

Tonta de Capirote (que va pegando saltos, que va pegando botes): Clara Blázquez.

Trovador (Pluma en el sombrero y verde jubón): Diana Cagigal.

CORO de campesinos Románticos, de dulce arrullo y cánticos y Cura oficiador
de Bodas: Marionetas Youkali en las manos de José María Mora